Estas piezas, con un marcado concepto de género y enmarcadas dentro de un contexto de violencia, exploran la identidad, la auto representación y las dinámicas sociales con lo masculino. El tiempo juega un papel fundamental, ya que es un elemento discursivo trabajado desde lo textual.

 

El material habla de simbologías y presencias, con imágenes que atraen estéticamente e impactan emocionalmente.

Los objetos hallados y, en su mayoría, entregados, se presentan como cadáveres en sepulcros. Aquí, la imagen permite un juego visual de alegría y muerte, pues en su mayoría son muñecos de peluche con expresiones comerciales.